
Sentí una especie de frio azul, que mientras recorría mi espalda pensaba, en la vejez. Despertar un día al lado de alguien y sentir que hice casi todo lo que hubiese querido, pensar que fui feliz. Pensar que hice casi todo lo que debía haber hecho. Y sentir el frió azul, abrir los ojos y ver los ojos de mi compañera.
Y si tan solo, hace ya 50 años, ¿hubiese dicho algo? ¿sería diferente?
Y desperté y estoy aquí y ahora, mordiéndome las uñas pues debo rectificar un error que nunca cometí pero cometeré, porque el frió azul duele, horroriza su olor a cobardía.
Fer
1 comentario:
Nostálgícas letras...
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